Técnicos y dirigentes de varias federaciones se capacitaron a lo largo de nueve encuentros en los que cooperativas, federaciones y grupos de empresas de la economía solidaria expusieron su trayectoria, su gestión y sus diferentes maneras de asociarse entre sí y con otros para sobrevivir en tiempos de crisis y para ganar escala en el largo plazo.
Asociarse para brindar servicios de telecomunicaciones en una ciudad cabecera y poder generar recursos destinados luego a las pequeñas localidades de alrededor es un ejemplo de integración que llevan a cabo cooperativas de servicios públicos del partido bonaerense de General Villegas.
Se trata de una experiencia impulsada desde esas pequeñas empresas de la economía solidaria, conformadas en algunos casos por los 500 usuarios de servicios públicos del pueblo, y que les permite aumentar su capacidad ya sea para expandir juntas su radio de acción como para mejorar la calidad del servicio que brindan en su comunidad.
El responsable de Comunicación de Fedecoba, Fabricio O’Dwyer, explicó de esta manera el desarrollo de Servicoop, Coopenet y Nodocoop, que pueden a partir de estas redes ofrecer Internet en sus localidades.
En otro plano, las asociadas a esa federación tienen un modelo de integración basado en un fondo de asistencia recíproca para las compras de automotores y otros materiales, así como para fabricar ataúdes destinados al servicio de sepelios que la mayoría de ellas brinda hace años.
Estrategias
Este tipo de estrategias es el que da sustentabilidad en el tiempo a las cooperativas no sólo en la rama de servicios públicos sino también en el agro, en la producción industrial y en los seguros, entre otras. Estas son algunas de las que nutrieron la última jornada del curso que brindó Cooperar a través de su Escuela de Capacitación Técnica y Dirigencial (Escoop).
Uno de las principales ejemplos en cuanto al desarrollo local es el del Grupo Devoto, que en la ciudad homónima de la provincia de Córdoba fue conformado por un entramado cooperativo y mutual que capta los ahorros de la comunidad para reinvertirlos en la generación de emprendimientos productivos y formación para los jóvenes.
En esta última oportunidad también fue presentada la experiencia de dos aseguradoras de nuestro sector. Una de ellas es el Grupo Sancor Seguros, con casi 3.200.000 de asociados en todo el país, una prominente inserción en el Mercosur y un gran desarrollo actual y potencial en Sunchales, su ciudad de origen.
El gerente de Operaciones Internacionales, José Maggio, comentó que allí prevén levantar una urbanización para 5 mil personas y, respecto de cómo inició su camino este grupo empresarial líder en el mercado de los seguros, recordó que “fue un sueño que empezó con 5 personas alrededor de una mesa, casi como cualquier otra cooperativa”.
Partiendo de esa misma filosofía, aunque con una escala menor y con una fuerte base en el interior del país, Río Uruguay Seguros mostró su recorrido de la mano del gerente de Producción, Antonio Chivetti, quien contó cómo resistieron la embestida contra las cooperativas durante los años noventa y resaltó el valor de haber formado junto con otras nueve una empresa de reaseguros que les permitió seguir existiendo en el mercado.
Antes del cierre del encuentro y de la entrega de diplomas a los asistentes, el cooperativismo de trabajo repasó sus experiencias de acercamiento al ámbito del consumo organizado a través de grandes emprendimientos como la Obrera de Bahía Blanca, de pequeños comercios como almacenes pymes o abiertos por las propias cooperativas productoras o bien mediante la incorporación de su oferta a programas oficiales como la Red Comprar.
Otros tipos de entramado como las redes productivas (gráfica, textil, metalúrgica), las federaciones de cooperativas agropecuarias y la integración institucional del sector en la Mesa Nacional de la Economía Solidaria fueron expuestas en jornadas anteriores.